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Llegado diciembre, y como ya es tradicional, es el momento de hacer un análisis del año de forma global y para la región de lo que fue el 2022 y qué esperar del siguiente. Al ser un tema tan extenso, para esta columna centraremos el análisis tres clases de activos cruciales para los mercados y la economía: las acciones, los bonos y por supuesto el dólar.

 

El poderoso dólar

Después de lo que han vivido las monedas a nivel mundial el punto de inicio lógico para este análisis es sin lugar a dudas el comportamiento del dólar y una herramienta muy útil para esto es seguir el índice DXY que lo compara con 6 diferentes tasas de cambio. En el gráfico 1 puede notarse como la divisa estadunidense ha venido fortaleciéndose desde febrero hasta octubre pasando de niveles de 96 hasta 114, lo que marcó un nivel récord para este índice.

Gráfico 1: Elaboración propia. Datos Investing

La razón de este comportamiento es una suma de factores globales de los cuales dos son los más relevantes: el primero, el temor originado por la expectativa de una recesión que también fue impulsado por los altos niveles de inflación y el debilitamiento de la economía china lo que llevó a la búsqueda de activos refugio. El segundo es el aumento de tasa de la Reserva Federal (FED) para controlar los niveles de precios que junto con el apetito por refugio ha hecho más atractiva a la divisa, en especial en un contexto de guerra en ucrania y deterioro económico en Europa que realmente ha debilitado a los tradicionales activos refugio de esa región.

Para 2023 es de esperar que la FED continúe en algún nivel sus aumentos de tasa a un ritmo más moderado al menos durante el primer semestre y luego las mantenga arriba para dar tiempo a que se dé el efecto de dichas decisiones de política monetaria en el nivel de precios. Sin embargo, el último dato de inflación en Estados Unidos parece mostrar un cambio de tendencia y de presentarse esto, podría verse una reducción en la fortaleza global de la divisa, sin embargo, las fuerzas estructurales de aumento en percepción de riesgo siguen presentes por lo que el dólar seguirá siendo muy sensible.

 

Renta variable: Emergentes vs Desarrollados

En términos de renta variable 2022 no ha sido un año fácil para las acciones ya que las mismas fuerzas que mencionamos anteriormente, la inflación y el aumento de tasas de interés de los bancos centrales, le han pasado factura a este mercado. El gráfico 2 muestra el comportamiento que han tenido las acciones de mercados desarrollados capturadas en el índice MSCI World y en los emergentes a través del MSCI EM donde, así como se vio el debilitamiento del dólar en octubre con los datos de inflación en Estados Unidos, se puede notar una recuperación en la renta variable global. Pero a pesar de esto, los índices han mostrado una caída cercana a 12% para los desarrollados y al 20% para los emergentes, reflejando precisamente el impacto mencionado al inicio.

Gráfico 2: Elaboración propia. Datos Investing

El comportamiento del mercado de renta variable estará muy conectado con las expectativas de recesión y en general el ritmo de la economía, lo que junto con la inflación afectará la demanda por bienes y servicios. Sin embargo, existe un factor de fondo a seguir muy de cerca en especial para compañías con alto nivel de endeudamiento y es el escenario de altas tasas de interés que probablemente se mantenga en 2023, donde si bien no haya grandes aumentos, tampoco es de esperar que se reduzcan.

 

La deuda pública: El barómetro del riesgo

Por su parte, en términos de la región el elemento geopolítico ha sido un determinante importante este año, iniciando con la constituyente en Chile, seguido por la elección del primer presidente de izquierda en Colombia, terminando con la elección de Lula da Silva para un nuevo mandato en Brasil y completando un giro a la izquierda en Latinoamérica. Estos hechos han sido determinantes de la percepción de riesgos sobre estos países y junto con los niveles inflacionarios han afectado el apetito por los títulos de deuda pública.

Gráfico 3: Elaboración propia. Datos Investing

En ese sentido el gráfico 3 muestra el comportamiento de la tasa yield para los bonos con vencimiento a diez años de Colombia, Chile, Brasil y México. De los cuatro, los títulos de Colombia han sido los más castigados y han mostrado un aumento de tasa, que como es inversa al precio presenta una caída hasta octubre de 2022. Sin embargo, este fenómeno ha sido particularmente interesante ya que los extranjeros han mostrado niveles de compra récord en 2022 en medio del peor escenario devaluacionista de su historia. Por su parte, el mes de noviembre ha mostrado un marcado apetito por bonos chilenos, mientras después de la elección de Lula en Brasil el efecto al sido el contrario.

 

Para concluir, el 2023 será un año donde es posible que empecemos a ver recesiones, lo que exacerbará aún más la aversión al riesgo en los mercado. Sin embargo, un jugador crucial para este escenario será sin duda la FED:  si decide subir tasas y durante cuánto tiempo lo haría, señal que se transmite a los demás bancos centrales. De igual forma, no se ha visto un cambio profundo en las fuerzas que han venido empujando los precios al alza por lo que éste será un elemento que continuará y afectará la demanda por bienes y servicios y si le sumamos a esto los altos niveles de tasa existentes parecería que las fichas están puestas para continuar con un dólar alto.

 

Informe elaborado por Gandini Análisis para Supra Brokers sólo como contenido y en ningún caso se considera una recomendación de inversión

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