A medida que se extiende la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los mercados van reaccionando: primero al aumento de percepción de riesgo, luego al efecto de las sanciones económicas de las potencias de occidente y finalmente a cualquier información sobre las conversaciones entre ambos países.
Inicialmente, como se puede ver en el gráfico 1, dos activos han mostrado estos efectos con aumentos en su precio y volatilidad: el dólar y los commodities. El primero por convertirse en un refugio y los segundos por la importancia estratégica tanto de Rusia como de Ucrania en el panorama de su oferta mundial.
Así, el gráfico 1 muestra en su parte izquierda el comportamiento del índice DXY, que está compuesto por una canasta de tasas de cambio de países desarrollados contra el dólar, lo que permite evaluar la fortaleza o debilidad de esta moneda a nivel global. En este caso, en los primeros tres meses del año, marcado por la línea roja, el índice muestra un crecimiento de 1,87%, pasando de 96,21 a 98,01. Pero el efecto más revelador es cómo, desde el aumento en las tensiones entre Rusia y Ucrania el 16 de febrero, la tendencia creciente se hace más fuerte con una tasa de 2,41%.
Gráfico 1: Elaboración propia. Datos Bloomberg
Para el caso de los commodities este impacto se hace más dramático. En la gráfica derecha están el petróleo y el cobre que tienen una relación cercana con países de la región y que, si bien no muestran mucha correlación durante el año anterior, sí reflejan un comportamiento similar desde la invasión de Ucrania, mostrando una tasa de crecimiento anual de 36,96% y 7,9% respectivamente.
En este punto vale la pena notar que la última semana de marzo, mostró una reducción importante en el precio del barril de crudo ante la expectativa generada por las conversaciones del 28 de ese mes en Turquía. Sin embargo, este sigue siendo uno de los commodities más sensibles ante cambios en esa situación.
Adicionalmente, esto tiene una especial implicación en las monedas de países cuyas exportaciones están ligadas a alguno de estos commodities, como Colombia, Brasil y Chile. Pero como se verá más adelante esto sólo ha sido parte de lo que ha impulsado la fuerza de sus monedas en el 2022.
¿Cómo está la región?
Un hecho que ha sido bastante revelador es que en lo que va del año, las monedas de la región han mostrado una resiliencia importante frente al aumento del nerviosismo en los mercados. Esto se ha visto especialmente visible en el Real de Brasil, el Peso de Chile, el Peso de Colombia y el Sol de Perú que mostraron revaluaciones en el primer trimestre de 16,3%, 7,6%, 7,5% y 6,8% respectivamente.
Esto es muy relevante ya que, si nos guiamos por lo que ha pasado anteriormente, cuando aumenta la percepción de riesgo global, las monedas de los emergentes en Latinoamérica llevan un fuerte golpe y sus tasas de cambio aumentan, pero no ha sido el caso este año.
Gráfico 2. Elaboración propia. Datos Bloomberg
Vale la pena notar que estos niveles de revaluación no han sido sólo el efecto de la guerra y su impacto en los commodities, ya que como mencioné anteriormente, esta fuerza viene desde el inicio del año y se combinan con otros factores.
Una señal adicional que se ha venido presentando son los índices de las bolsas de valores de estos cuatro países que para el mismo periodo de la revaluación han mostrado crecimientos liderados por el S&P/ BVL de Perú con 17,73%, el Ibovespa de Brasil con 15,76%, el IPSA de Chile con 14,52% y el Colcap de Colombia con 13,11%.
Puesto que el fortalecimiento de las monedas locales se deriva de un mayor flujo de entrada de dólares a los mercados cambiarios, es lógico pensar que tanto el aumento en el precio de los commodities, así como en el apetito por activos de la región han sido fuerzas determinantes de esta tendencia.
¿Pero qué pasa con la percepción de riesgo?
Es aquí donde también se está notando un cambio de tendencia para estos países a través del seguimiento del CDS o Credit Default Swap Spread, donde se puede revisar la percepción de riesgo de los mercados a través del costo de cubrir el riesgo de default de bonos de 10 años de un Emisor. Para la región específicamente desde el 7 de marzo y hasta el cierre de ese mes, Colombia fue el que mayor reducción registró con 46,6 puntos básicos menos, pero este comportamiento lo replicaron Brasil con 34,5, Perú con 21,6 y Chile con 21,3.
Así que para resumir lo que hemos estado presenciando, se están notando algunas fuerzas significativas detrás de la resiliencia y fortalecimiento de las monedas de Colombia, Chile, Perú y Brasil, empezando con un alto precio de los commodities, pero también una menor percepción de riesgo de los países, lo que finalmente ha llevado a un mayor apetito por sus activos. Sin embargo, no hay que dejar de lado que estos mismos cuatro países tienen una fuerte de incertidumbre interna, con elecciones presidenciales en Colombia en mayo y en Brasil en octubre, así como el desarrollo del nuevo gobierno de izquierda en Chile, y las protestas e incertidumbre política en Perú. Estos son componentes a mantener en radar y evaluar si la situación global llevará a que sus monedas continúen mostrando esta fortaleza o si la incertidumbre local se llevará parte de ella.
Informe elaborado por Gandini Análisis para Supra Brokers sólo como contenido y en ningún caso se considera una recomendación de inversión.