Al entrar en el último mes del año, vale la pena detenerse y revisar los hechos y tendencias más relevantes que han marcado este periodo, así como hacer una expectativa sobre lo que vendrá. Por eso, esta columna se dedicará precisamente a este análisis, entendiendo las fuerzas que están en juego, especialmente en términos del crecimiento económico, los eventos electorales y cómo impactarán a Latinoamérica.
Crecimiento económico
En términos de crecimiento económico, un buen punto de partida son las más recientes expectativas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Su reporte de octubre muestra cómo las tasas de crecimiento se mantendrán estables para 2025 y 2026, en niveles de 3.2% y 3.3%, respectivamente, a nivel global. Los mercados emergentes seguirán mostrando la mayor dinámica, con tasas por encima del 4.0%, mientras que Latinoamérica lo hará alrededor del 2.4%, frente al 1.8% de los países desarrollados, tal y como puede verse en el gráfico de la izquierda.
Grafico 1. Elaboración propia. Datos FMI.
En el gráfico de la derecha se observa cómo, desde el año 2000, los países emergentes han mostrado un mayor dinamismo en comparación con los países desarrollados e incluso con Latinoamérica. Esto lleva a la conclusión de que son los países asiáticos los que han sido determinantes para el crecimiento mundial. Por lo tanto, no debemos olvidar que un elemento muy relevante en términos de la dinámica global de crecimiento es el comportamiento de China, una fuerza crucial para los países emergentes de Asia. En este caso, el escenario parece ser mucho menos dinámico para los próximos cuatro años, dado el deterioro del sector inmobiliario, el consumo de los hogares y el alto nivel de endeudamiento de las provincias.
El impacto de los eventos electorales
Este año estuvo marcado por eventos electorales que, como es habitual, trajeron algunos resultados inesperados. Para resumir, tres aspectos importantes se han destacado desde este ámbito:
- El aumento de la influencia de los partidos de extrema derecha en Europa, no solo por la elección del Parlamento Europeo, sino también por los resultados de elecciones locales en Francia, Alemania y otros países.
- La continuidad de la tendencia de izquierda en México, con la elección de Claudia Sheinbaum, la sucesora y protegida de Manuel López Obrador, quien promete un quinquenio con el mismo estilo de su predecesor.
- Finalmente, en Estados Unidos, además de la victoria de Donald Trump, es significativa la llamada «red wave», con la victoria de los republicanos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. Esto augura una presidencia más efectiva para Trump en el ámbito legislativo, y ha impulsado el rally en los mercados bursátiles, dada la mayor expectativa de desregulación del sector financiero y recortes de impuestos corporativos.
Adicionalmente, las tensiones geopolíticas seguirán siendo un factor determinante, generando nuevas dinámicas entre los países y sus gobiernos. Para el próximo año, se puede prever un aumento de tensiones, teniendo en cuenta el efecto disruptivo de Donald Trump en el pasado. Ya se ha comenzado a sentir este impacto con comentarios relacionados con los BRICS frente al dólar y la situación migratoria con México. Además, el descontento desde la derecha en Europa seguirá siendo un factor clave para los gobiernos, como se está viendo actualmente con la aprobación del presupuesto en Francia y el poder que Marine Le Pen ejerce en el Congreso para modificar las propuestas del gobierno.
¿Qué esperar para Latinoamérica?
Tomando como referencia la reunión del COP30 en Brasil, se prevé que la región se convierta en un escenario estratégico de influencia para China y Estados Unidos. China buscará aumentar los lazos comerciales y de cooperación mediante su iniciativa “Belt and Road Initiative” (BRI), mientras que Estados Unidos reafirmará las relaciones que mantiene con la región desde hace más de un siglo.
El Gráfico 2 muestra una de las variables a seguir de cerca en la región: la tasa de cambio, especialmente en Brasil, Chile, Colombia y México, y su comportamiento durante el año. Aunque cada país tiene sus propias fuerzas internas que afectan esta variable, también es notable el impacto de la tendencia global del dólar y su fortalecimiento, especialmente después de la elección de Trump en Estados Unidos y el aumento de la percepción de riesgo geopolítico. Esto ha llevado a aumentos en las tasas de cambio de 24.87%, 11.29%, 14.79% y 20.25%, respectivamente, en lo que va de este año.
Gráfico 2. Elaboración propia. Datos Investing.
En resumen, lo que se puede esperar para 2025 es que algunas de las fuerzas de 2024 seguirán siendo determinantes, como el riesgo geopolítico relacionado con Ucrania y Oriente Medio, y la desaceleración económica en China. Sin embargo, también entrarán nuevos actores, como Trump en Estados Unidos y Sheinbaum en México, quienes tendrán un impacto en la región. Por lo pronto, para el primer trimestre de 2025, se espera que el rally de acciones continúe en Estados Unidos, que el dólar permanezca fuerte y que la percepción de riesgo siga alta, lo cual tendrá implicaciones relevantes para el comercio y las inversiones en Latinoamérica.
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