Skip to main content

El mercado de bonos globales, tanto corporativos como públicos, es un lugar estratégico que une las necesidades de
financiamiento de empresas y gobiernos con las perspectivas de los inversionistas, las fuerzas macroeconómicas y las
decisiones de política de los bancos centrales. Por ello, es vital entender su estructura y las principales dinámicas que
han caracterizado este año para comprender las decisiones de los inversionistas en un 2024 que ha presentado diversos
matices en estos sectores.

¿Qué es y cómo funciona un bono?

Para entender cómo funciona un bono, primero es necesario comprender qué es y cómo se negocia. Un bono es un
título de deuda emitido por gobiernos o empresas y negociado en mercados específicos. En esencia, un bono es una
forma en que el emisor busca obtener financiamiento directamente de los inversionistas, en lugar de recurrir a un
banco. La emisión de bonos se lleva a cabo en el mercado primario. Posteriormente, los inversionistas tienen la opción
de vender estos bonos en el mercado secundario, lo que provoca fluctuaciones en su precio y en su tasa de rendimiento
(yield), afectando el valor del bono en los portafolios de inversión.

Gráfico 1. Elaboración propia

 

En este contexto, como cualquier préstamo, el deudor (emisor) debe pagar intereses periódicos (cupones) al
prestamista (inversionista) durante la vigencia del préstamo (plazo). Así, en esencia, un bono representa una serie de
flujos de efectivo futuros. Para determinar su valor actual, es necesario descontar estos flujos a valor presente utilizando
una tasa de descuento.
Esta tasa de descuento, o tasa de rendimiento (yield), conecta el valor de la posición en bonos del portafolio con el
mercado. Tiene una relación inversa con el precio del bono: cambios en la oferta o demanda que afectan el precio del
bono también influirán en la tasa de rendimiento, lo que, a su vez, impactará el valor del bono.

Mercado de bonos corporativos

Una vez entendida la estructura de un bono, es el momento de revisar cómo se han comportado los bonos corporativos
en Estados Unidos. Los índices generados por Standard and Poor’s muestran el escenario para los últimos tres años, tanto para las compañías dentro del índice bursátil S&P 500 (ALL) como para el subgrupo de aquellas denominadas high
yield. Cabe aclarar que los bonos denominados high yield corresponden a aquellos cuya calificación crediticia es menor
al grado de inversión, es decir, son los considerados más riesgosos.

Gráfico 2. Elaboración propia. Datos S&P

 

El comportamiento de los bonos en los últimos tres años muestra que, durante 2021 y 2022, el valor de estos títulos,
independientemente de su nivel de riesgo, cayó en Estados Unidos. Esto se ajusta al período de mayor inflación vivido
en ese país en los últimos cuarenta años. Esto es relevante porque, como se mencionó anteriormente, los flujos del
bono deben descontarse para calcular su valor presente. Por lo tanto, aumentos en la inflación y en las expectativas
futuras hacen que este valor se reduzca, disminuyendo el incentivo para mantener activos de renta fija en el portafolio y
haciéndolos menos atractivos.
A partir de octubre de 2022, esta tendencia se revierte a la par que inicia el aumento de tasas de la Reserva Federal. Un
año después, con la reducción en la inflación y la finalización del ciclo de aumentos, se observa un aumento en el apetito
de riesgo de los inversionistas, con un mayor impulso hacia los bonos denominados high yield.

Deuda pública

En cuanto al mercado de bonos emitidos por gobiernos, el gráfico 3 muestra el comportamiento de la tasa yield de los
bonos del Tesoro de Estados Unidos, comparada con la de Brasil para vencimientos a 10 años, con el fin de capturar el
comportamiento de aquellos considerados como refugios contra el high yield de Latam.
Es interesante notar cómo, en Estados Unidos, los bonos del Tesoro mostraron un comportamiento similar al de los
bonos corporativos. Recordando que la tasa yield es inversa al precio, esto refleja la venta continua de estos títulos en
escenarios de alta inflación. Mientras tanto, en Brasil, el nivel de volatilidad es mayor y el manejo de la inflación es
diferente, pero se observa un mayor apetito por el riesgo e inversionistas fuera de Estados Unidos durante 2023. Cabe
destacar que el comportamiento y la percepción de riesgo en los bonos públicos están asociados a la percepción de
riesgo sobre los gobiernos, por lo que los eventos electorales y otros relacionados serán determinantes en este
mercado, especialmente de cara a las elecciones de noviembre en Estados Unidos.

Gráfico 3. Elaboración propia. Datos S&P

 

Si las condiciones macroeconómicas continúan con la reducción de la inflación y se produce el tan esperado recorte de
tasas de la FED, el mercado de bonos estaría especialmente bien posicionado para aprovecharlo, ya que haría más
atractivas las emisiones actualmente en el mercado que provienen de un escenario de tasas altas. Es decir, la
expectativa seguiría siendo optimista, pero será necesario seguir de cerca el comportamiento del endeudamiento del
gobierno de Estados Unidos para los bonos del Tesoro y el ritmo de la economía para las empresas en el caso de los
corporativos.

Informe elaborado por Gandini Análisis para SupraBrokers solo como contenido y en ningún caso se considera una
recomendación de inversión.

Leave a Reply