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El grupo de los BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, sorprendió al mundo el pasado agosto en su XV cumbre al anunciar la incorporación de Argentina, Egipto, Irán Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía como nuevos miembros a partir del primero de enero de 2024 creando el bloque BRICS+. Esto sin duda podría ser un cambio importante en las fuerzas geopolíticas que vale la pena revisar, por eso en esta columna hablaremos al respecto.

¿Qué son los BRICS?

BRICS es el acrónimo de una asociación económica de las cinco economías emergentes que en la década de los 2000 eran las más prometedoras del mundo. El término original BRIC fue acuñado por el economista James O’neill, sin embargo, no fue asumido oficialmente sino hasta 2008 cuando formalizaron sus lazos y se realizaron declaraciones conjuntas en temas comunes. Finalmente, en 2010 cuando se incluyó a Sudáfrica se convirtieron en el actual BRICS.

¿Por qué agrupar estas economías? La tesis detrás de esto en su momento es que, dadas sus condiciones de grandes poblaciones, territorios, disponibilidad de recursos naturales, crecimiento económico y comercio internacional podrían convertirse en las fuerzas dominantes de la economía mundial en 2050. Ahora en 2023, quince años después, se puede ver como en términos del tamaño del Producto Interno Bruto, tres de los cinco miembros originales hacen parte de los 10 países más ricos del mundo de acuerdo al Fondo Monetario Internacional expuestos en el grafico 1, lo que da validez a esa hipótesis inicial. Sin embargo, como bloque no se ha visto un mayor avance en decisiones conjuntas hasta agosto de este año cuando anunciaron la inclusión de seis nuevos países.

Las implicaciones de BRICS+

Con la inclusión de Argentina, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía, el alcance del bloque aumenta considerablemente, agrupando una participación de 29% del Producto Interno Bruto Mundial, frente al 26% del grupo inicial. Pero más representativo aún es que concentran el 46% de la población mundial, lo cual es un elemento crucial en términos de mano de obra y consumo, que podría darles una ventaja significativa.

Sin embargo, el cambio más drástico que se vio y el que ha generado mayor ruido ha sido que con la inclusión de países petrolero como Arabia, Irán y los Emiratos, la producción del grupo paso de ser del 20.4% del total a 43.1%, lo que daría un peso significativo a sus decisiones en esta materia. Esto favorece una de las ambiciones chinas y es que aumente la negociación de petróleo en yuanes, lo que se ha venido tratando con Arabia Saudita previamente y podría reforzarse con su entrada en el grupo.

El momento de incluir nuevos miembros no es fortuito ya que responde a dos fuerzas importantes, la primera es la necesidad de Rusia de validarse en el escenario mundial después de la guerra en Ucrania, que le ha cerrado diferentes mercados internacionales y cuyo alargue le debe estar pasando factura en términos del uso de sus recursos. La segunda, es que esta jugada se alinea con los intereses que el presidente chino Xi Jinping tiene desde 2010 cuando a través de su iniciativa de la ruta de la seda (Belt and Road Initiative) inició la expansión de la influencia china en el escenario geopolítico mundial. Por su parte, en términos regionales Brasil fortalece su posición al incluir a Argentina, para lograr mayores niveles de cooperación a través del grupo.

Sin embargo, vale la pena notar que en realidad el bloque no ha hecho movimientos significativos de política conjunta aunque sería de esperar que este aumento en sus miembros logre avances en ese sentido y finalmente se cumpla la expectativa de generar un contrapeso desde el lado de los emergentes frente a las agrupaciones de países desarrollados. Pero no hay que olvidar que lo primero que debe pasar es que haya una agenda con objetivos claros en corto y largo plazo y para el caso de los países petroleros será clave entender como sus decisiones respecto a este commodity se articulan entre este grupo y la OPEP, de tal manera que el 2024 será un año crucial para los BRICS+ y determinará qué tan serias son las aspiraciones de influencia geopolítica del bloque y sus posibilidades de éxito.

Informe elaborado por Gandini Análisis para SupraBrokers solo como contenido y en ningún caso se considera una recomendación de inversión.

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